La varicela es una infección causada por el virus de la varicela-zóster. Es una enfermedad muy contagiosa para personas que no la han padecido antes o no se han vacunado. El contagio se puede generar por tocar líquidos de una ampolla de varicela o si alguien con la enfermedad tose o estornuda cerca.
En la actualidad, hay una vacuna disponible que protege a los niños y está indicada por Calendario Nacional a los 15 meses de vida (única dosis) y, se recomienda un refuerzo con una segunda dosis desde las 6 semanas de la primera aplicación.
La vacuna contra la varicela es una forma segura y eficaz de evitar la enfermedad y sus posibles complicaciones.
Síntomas
- Erupción de ampollas. Se presenta de 10 a 21 días después de la exposición al virus y, generalmente, dura entre cinco y 10 días. Causan mucha picazón.
- Fiebre
- Cansancio
- Pérdida de apetito
- Dolor de cabeza
Consejos para evitar rascarse e infectar las ampollas
- Mantener las uñas de los dedos limpias y lo más cortas posibles.
- Colocar guantes o incluso calcetines en las manos del niño cuando se va a dormir, por lo que, si intenta rascarse durante la noche, no se romperá la piel.
- Aplicar loción calmante para reducir la comezón.
- Llevar prendas holgadas.
Complicaciones en adolescentes y adultos por la varicela
Los adultos son más proclives a sufrir complicaciones que los niños, aunque tampoco es muy común. Si las ampollas producidas por la varicela se infectan con bacterias el riesgo es mayor. Las personas cuyo sistema inmunitario está debilitado por medicamentos, o por una enfermedad, como cáncer o VIH también son grupos de riesgo.
Algunas de las complicaciones que pueden surgir son:
- Neumonía.
- Encefalitis (inflamación en el cerebro).
- Síndrome de Reye: No ocurre a menudo, pero se puede producir en niños y adolescentes.
- Puede provocar que el hígado y el cerebro se hinchen.
Otra complicación vinculada a la varicela es el Herpes Zóster. Si tuviste varicela anteriormente, estás en riesgo de padecer una complicación denominada herpes zóster. El virus de la varicela-zóster permanece en las células de los nervios después de que se ha curado la infección de la piel. Es más probable que el virus reaparezca en adultos mayores y en personas con sistemas inmunitarios debilitados.
El herpes zóster es la reactivación del virus de la varicela en el cuerpo que ocasiona un sarpullido doloroso. La infección se puede manifestar a través de un conjunto de ampollas en el tronco del cuerpo con mayor frecuencia pero también puede darse en otras zonas y el dolor puede persistir incluso una vez que desaparece el sarpullido. La complicación más frecuente del herpes zóster es la neuralgia pos-herpética, un dolor invalidante que padece 1 de cada 4 personas, que puede durar meses o varios años.
La vacuna disponible para prevenir el Herpes Zóster está indicada para mayores de 50 años. No se puede utilizar para tratar el herpes zóster ya existente o el dolor asociado a esta infección. Para obtener más información sobre el herpes zóster hace click aquí.
El embarazo y la varicela
Son personas de riesgo aquellas mujeres embarazadas que no han tenido varicela antes o que nunca hayan recibido la vacuna, en estos casos los recién nacidos o fetos pueden sufrir complicaciones también.
Durante el embarazo, existe un pequeño riesgo de desarrollar neumonía con la varicela. También existe el peligro de transmitir la infección al feto si la infección se produce durante las primeras 20 semanas de embarazo. En ese caso, habrá un alto riesgo de que se produzca el síndrome de varicela fetal, lo que puede provocar la formación de cicatrices, problemas oculares, drenaje cerebral y acortamiento de brazos o piernas.
Si la infección se desarrolla en la etapa final del embarazo, la varicela podría transmitirse directamente al feto y el niño puede nacer directamente con la enfermedad.
La planificación del embarazo es fundamental, ya que, la salud de la mujer durante la gestación depende en gran medida de su estado de salud antes de la concepción. Dado que el periodo de mayor vulnerabilidad para el embrión es el primer trimestre de gestación, la planificación antes de quedar embarazada constituye un aspecto importante.
La planificación también tiene en cuenta los antecedentes de alguna enfermedad genética en la familia para buscar asesoramiento genético adecuado y valorar los riesgos y las distintas opciones reproductivas. Además, es importante si la futura madre padece alguna enfermedad crónica que consulte con su médico para que valore los riesgos potenciales que la enfermedad puede tener para el embarazo, el feto y los asociados con su tratamiento.
Es fundamental que en la planificación la mujer se asegure de haber completado adecuadamente el calendario de vacunación. Durante el embarazo no se puede aplicar ninguna vacuna viral como la vacuna para prevenir la varicela o la Triple Viral que previene la rubéola, el sarampión y las paperas, entre otras
Si estás embarazada y no te vacunaste, consultá con tu médico para evitar complicación.
En MegaSalud te brindamos el servicio de vacunación para prevenir la varicela.
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